TECNOLOGÍA SUSTENTABLE: LA NUBE COMO UNA GRAN ALIADA
TECNOLOGÍA SUSTENTABLE: LA NUBE COMO UNA GRAN ALIADA
🌍 A medida que el calentamiento global y sus graves efectos sobre el medioambiente son cada vez mayores, se hace más apremiante para las empresas buscar fórmulas que les permitan contribuir con la sostenibilidad.
🌱Ser eco-friendly no es solo una tendencia o algo que está de moda, sino un imperativo que forma parte de los criterios ESG (Enviromental, Social and Governance) que hoy marcan el rumbo en las compañías.
💻 En esta misión, la tecnología es una gran aliada. Cuando se estima que hay 5.500 millones de usuarios de internet en el mundo (equivalente al 68% de la población mundial) y que el tráfico de datos ha crecido a un ritmo galopante en los últimos años, la migración a la nube -modelo conocido como “cloud computing”– surge como una alternativa más sustentable para las compañías. Esto se debe a la reducción del consumo de energía y las emisiones que generan los servidores tradicionales.
☁¿En qué consiste el cloud computing? Es una infraestructura de servidores externos interconectados a través de internet para la gestión, almacenamiento en la nube y procesamiento de información, servidores, bases de datos, redes y programas informáticos.
🔗 De acuerdo con Accenture, el paso del almacenamiento en servidores locales a la nube puede reducir hasta 59 millones de toneladas de CO2 por año, lo que representa una disminución de 5,9% en las emisiones totales de TI (uso de computadoras, redes y otros dispositivos para almacenar, procesar y transmitir datos). Esto equivale a retirar de circulación alrededor de 22 millones de autos.
De hecho, un reporte de Carbon Disclosure Project (CDP) destaca que las grandes empresas estadounidenses que utilizan la nube han llegado a ahorrar hasta US$12,3 mil millones en costos de energía por año y han reducido en 85,7 millones de toneladas métricas sus emisiones de CO2 anualmente.
🎓Para el director del Master of Engineering Managament (MEM) de la Universidad de los Andes, Sergio Quijada, “la eficiencia y la optimización las puede lograr, de mejor forma, un proveedor centralizadamente con mayor facilidad que lo que podrían lograr muchos clientes o empresas en forma separada. Entonces, resulta evidente que, si los clientes actúan por separado, deberían invertir mayores recursos en hardware, software y comunicaciones, lo que resulta a todas luces más oneroso en recursos energéticos”.
Si todo el almacenamiento se “virtualiza” al migrar a la nube, también se reduce la necesidad de contar con tantos recursos físicos y, por ende, disminuyen los desechos tecnológicos.
💼“Sin duda, uno de los mayores beneficios de la nube es que permite a las empresas externalizar el manejo de su infraestructura tecnológica. Esto reduce la necesidad de renovar equipos constantemente, lo que, a la larga, reduce los residuos electrónicos. Además, los grandes proveedores cuentan con políticas claras de reciclaje y reutilización de hardware, lo que garantiza que los equipos en desuso se gestionen de manera responsable”, indica Sergio Amín, académico de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo y diplomado en Recursos Digitales.
🏢Otro efecto asociado al uso de la nube es que se reduce la necesidad de espacio físico. “Ello ha permitido que muchas empresas adopten modelos de trabajo híbrido o remoto, disminuyendo la necesidad de espacios de oficina y reduciendo el consumo energético para iluminación, climatización y equipos electrónicos. Además, al reducirse los desplazamientos diarios, también bajan las emisiones asociadas al transporte. Este cambio no solo beneficia al medioambiente, sino que también implica un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal”, añade Sergio Amín.
📈En ello concuerda el profesor Sergio Quijada, pero advierte que se deben considerar otras variables. “Efectivamente se reduce la necesidad de procesamiento local, por tanto, se requiere menor espacio físico. Sin embargo, dado que los datos son un activo fundamental de las empresas, estas debieran evaluar si resulta conveniente y seguro administrarlos en la nube por parte de un tercero, el que usualmente tiene dicha nube fuera de los límites físicos del país en donde se generan los datos. En síntesis, está el trade off sostenibilidad ambiental versus seguridad de los datos… ¿dónde está el equilibrio?”, acota.
💡Un tema crucial para que la sostenibilidad sea escalable es que los Data Center, a cargo de la administración de los servicios de la nube, también cuenten con infraestructura y políticas avanzadas en ahorro energético. Según Forbes, aproximadamente el 3% de toda la electricidad generada en el planeta se destina al funcionamiento de los centros de datos y, por ello, son relevantes las medidas que adopten para reducir sus emisiones de carbono.
📚A juicio de Sergio Amín, los principales proveedores de nube han asumido compromisos importantes en sostenibilidad. Por ejemplo, Microsoft anunció que será carbono negativo para 2030, mientras que Google ya opera con el 100% de energía renovable. “Estas empresas están adoptando energías limpias, y también están desarrollando tecnologías para mejorar la eficiencia de sus centros de datos, como sistemas de enfriamiento más sostenibles y el uso de inteligencia artificial para optimizar el consumo de energía”, indica.
De acuerdo con el informe del IBM Institute for Bussiness Value (IBV), el 70% de las empresas pioneras en transformación digital están utilizando la nube para promover objetivos de sostenibilidad. Y, según las proyecciones de Microsoft, más del 50% de las compañías en el mundo habrán migrado hacia plataformas de nube en 2027.
En Chile, destaca el académico de la Universidad de los Andes, Sergio Quijada, el uso de la nube “ha avanzado significativamente en los últimos años y debiera continuar incrementándose”.
☁Si bien, a juicio del profesor Amín, aún existen desafíos como la conectividad en regiones y la capacitación de los usuarios, el académico de la UDD señala que “la instalación de nuevos centros de datos de empresas como Microsoft y Google en el país es un gran indicador que posiciona a Chile como un actor relevante en la región en materia de innovación tecnológica”.